Noticia

Universitario le sacó la contumelia a hermano menor

Llegó con los monos y el pitufo, de 11 años, pagó el pato. La mamá de los cabros no aguantó que le tocaran al regalón y denunció al abusador ante Usía.

Un chascón, de 19 años de edad, fue denunciado por su mamurri luego que éste le sacara la contumelia a su hermano menor, de 11 años, y condenado a ahuecar el ala desde el hogar materno, y amarrarse las manos al menos por 12 meses, sino se va de una al chucho.

El atado fue protagonizado por Cristián Loyola Aguilera, estudiante de Ingeniería de la Universidad de Tarapacá, quien, por un presunto "apriete" de un profe o quizás qué dramas con la polola, llegó de maleta a su casurri, lugar donde el hermano menor pagó el pato por la mala onda.

Y es que de entradita repartió flor de coscachos y garabatos surtidos al pitufo, dejándole los rastos de la rabieta principalmente en los brazos del escolar.

La madre de los "hermanos coraje" no aguantó que el abusador le cascara al regalón, y de una presentó la denuncia a la policía. El cascarrabias tuvo que presentarse al tribunal, donde el fiscal ante Usía solicitó que el abusivo pescara sus bártulos y se fuera a vivir a otro lado. Bajo esa condición el universitario quedó libreta, siempre y cuando no le dé por volver a repartir puñetes durante los próximos 12 meses.

La Cuarta

Universitario golpeó brutalmente a su hermano menor

Llegó a la casa de mal humor y el pequeño, de 11 años, sufrió las consecuencias. La madre de los jóvenes no aguanto los abusos de su hijo mayor y lo denuncio ante las autoridades.

Un joven, de 19 años de edad, fue denunciado por su madre luego que éste golpeara brutalmente a su hermano menor, de 11 años, como consecuencia de esto deberá dejar su hogar y contenerse durante 12 meses de no golpear a nadie, sino se va inmediatamente a la cárcel.

El problema fue protagonizado por Cristián Loyola Aguilera estudiante de Ingeniería de la Universidad de Tarapacá, quien por un presunto problema con un profesor o con su pareja, llego molesto a su casa, lugar donde su hermano menor sufrió las consecuencias por su poca templanza.

Desde que llegó a la casa impartió al pequeño una serie de golpes y garabatos, dañándole principalmente los brazos.

La madre de los hermanos no aguanto los abusos contra su hijo menor e inmediatamente presento una denuncia a la policía. El maltratador tuvo que presentarse al tribunal donde el fiscal solicitó que el abusivo abandonara su hogar y se fuera a vivir a otro lugar.

Bajo esa condición el universitario quedó en libertad, siempre y cuando no golpe a ninguna persona durante los próximos 12 meses.

7 de agosto de 2008